Mal comienzo, futuro incierto.

Todo empezó mal ya en el viaje, cuando nos enteramos que uno de los nuestros no iba a jugar por problemas laborales, lo que unido a las bajas que tenemos, ya sea por el mismo problema, por lesión o por “desaparecidos en combate”, hizo que llegáramos con un equipo corto y con problemas, sobra decir que varios jugadores ocuparon posiciones fuera de la habitual.

El partido empezó con la peor de las opciones, por cosas del destino una melé a favor, ganada, se convirtió en el primer ensayo en contra, lo que significaba que nos tocaba remontar a las primeras de cambio. El equipo reaccionó bien y con jugadas de delantera combinadas con alguna de la línea se llegó en varias ocasiones a la zona de 22 contraria, pero en esos instantes los errores cometidos sumado a las patadas a favor del fuerte viento, nos supuso volver a nuestra zona de 22 y tener que volver a realizar todo el trabajo. Dos golpes de castigo más transformados por su pateador, certificó un 13 a 0 al final de la primera parte. En la segunda parte, ya con viento a favor, circunstancia que no se supo aprovechar o peor no se pudo, el juego se volvió loco, es posible que nos faltara un criterio en ese momento, es decir, o cerramos el juego con la delantera hasta producir huecos para la línea o abrimos el campo lo máximo posible jugando con los alas. Lanzarote decidió cerrar el juego poniendo siempre un delantero en la línea que rompía y siempre buscaba a su delantera, casi nunca buscó romper entre los centros, lo que supuso reducir el juego a ruck continuos (en este partido cada ruck era lo más parecido a una batalla campal) y evitar posibles errores del juego a la mano con el viento en contra. Una buena jugada enlazada a la mano, creo que tras un error nuestro, supuso el ensayo que nos dio la puntilla. Nuestro ensayo vino del intacto orgullo de los Mahohs, que a base de juego cerrado, pura delantera y rucks continuos, nos llevó a su zona de marca. 18-5 y a sufrir el resto de la temporada.

Analizando el equipo, creo que fuimos ligeramente superiores en delantera, sobre todo en melé, la línea poco pudo demostrar al no poder suministrarla de balones. Nos falta continuidad y apoyo, pilares fundamentales para poder jugar al rugby y sobre todo no se puede ganar un partido perdiendo el 90% de los “line-out” o “touche” y más contra un equipo que usa mucho la patada para jugar en campo contrario, y los errores de placaje o mejor dicho, los no placajes.

Dicho todo esto y resumiendo: no jugando bien, con el equipo descolocado por las bajas, sin ganar las touche (fundamentales para la posesión del oval); perder de “solo” 13 tantos y fuera de casa me lleva a una lectura positiva, se luchó como cabrones y nunca se perdió el orgullo. Ese es el espíritu de este juego y ese es el espíritu del C. R. Mahoh, lo demás queda atrás y pierde importancia si me mantiene este espíritu de sacrificio y lucha y este año a sufrir, sufrir y sufrir.

P.D. en lo personal pido disculpas a todos los jugadores del partido.